“Uno es lo que es, por lo que hace”
Esta es una frase de esas recurrentes que se le vienen a uno a la cabeza cuando está en esos momentos de mísera introspección, cuando está buscando el porqué de la vida en medio de una sección de yoga, en el fondo de un vaso de Ron o en la silente tranquilidad de una cagada.
Y es que me puse a pensar que si es verdad eso de que uno es lo que hace, La mayoría de nosotros vendríamos siendo comentarios de Facebook, likes en Instagram y pura mierda, porque a eso se resume el hacer en estos días.
Desde lo personal, hace algunos años me hubiese considerado una persona altamente creativa, por la sencilla razón de que hacía cosas creativas, pero un equívoco ejercicio en el que casi todos caemos conforme “maduramos”, me ha tenido convenientemente entretenida: ese pajazo mental de querer tener para ser. Esa cómoda ilusión de andar a mil por hora rebuscándose la existencia y creer que uno es más productivo que una finca cocalera de los 80´s, es lo que no nos ha permitido ver que somos verdaderamente productivos cuando lo que hacemos nos permite crecer y nos llena de tanta abundancia que hasta se nos es permitido compartir.
Con el tiempo me he dado cuenta que la mejor forma de ser por el hacer, es amar lo que se hace, ya que no hay nada que trasmita más, que las cosas que son influenciadas por una genuina pasión; por ello y apelando a que usted también ha vivido esto y quiere echar el cuento, este blog está creado como un espacio de emancipación colectiva y por supuesto Catarsis personal, para poder plasmar nuestros pensamientos (potenciales acciones) y así permitirnos desaprender y reinventarnos con el infalible método RAL: Reconocimiento, Aceptación y Libertad.
Bien pueda y siga…